Una tarta de queso con suave sabor a limón, y una espectacular y brillante cobertura espejo. Lo que le da una bonita presencia a todo el conjunto de la receta.
Mezclamos las galletas con la mantequilla
Extendemos en el fondo del molde y presionamos
Llevamos a la nevera
Llevamos a ebullición la nata y el azúcar
Añadimos el queso y que se funda
Apartamos del fuego y añadimos la leche condensada y el zumo de limón
Hidratamos la gelatina en agua fría, escurrimos y añadimos a la mezcla anterior
Vertemos la mezcla en el molde con la base de galletas
Llevamos a la nevera 2 horas
Pasamos al congelador 4 horas
Para el glaseado ponemos el agua y el azúcar a hervir y añadimos el chocolate hasta que se funda
Retiramos del fuego
Hidratamos la gelatina y añadimos escurrida a la mezcla anterior
Añadimos el colorante al gusto y mezclamos
Pasamos a una jarra y dejamos que enfríe unos 15/20 minutos
Sacamos la tarta congelada y la colocamos sobre una rejilla y un plato debajo para recoger el exceso de glaseado
Bañamos con el glaseado las veces que sea necesario
Llevamos a la nevera para que se compacte el glaseado y se atempere la tarta
Sacamos unos minutos antes de consumir
Es una receta que tiene su tiempo y trabajo, pero queda preciosa y deliciosa.
Podéis elegir el color del colorante que queráis.
Respetad los tiempos de reposos y el del glaseado ya que no debe estar muy caliente para que no nos derrita la tarta.