Unas ricas y fáciles albóndigas con champiñones y guisantes, ideales para los peques y los no tan peques, con una salsa estupenda.
hacemos la masa de las albóndigas como os explico en el blog, aba tenéis la receta
Las enharinamos en harina y reservamos
Ponemos aceite de oliva en una sarten lo suficiente para freír las albóndigas
Cuando estén doradas las sacamos y reservamos
Retiramos el aceite y dejamos como un par de cucharadas de este
Pochamos la cebolla y el ajo cortados menudamente, salpimentamos y dejamos cocinar unos minutos
Incorporamos el puerro y la zanahoria cortados finamente
Salpimentamos de nuevo y dejamos que se cocinen unos 4 o 5 minutos
Incorporamos el tomate y dejamos cocinar otros 3 o 4 minutos
Vertemos el vino y dejamos que evapore el alcohol
Incorporamos la pastilla de caldo
Trituramos el sofrito y lo reservamos
En la misma sarten y añadiendo una cucharada mas de aceite hacemos los champiñones cortados en laminas finas
Salpimentamos y cocemos unos minutos hasta que pierdan el agua
Incorporamos el sofrito triturado, agua y la hoja de laurel
Añadimos las albóndigas, salpimentamos de nuevo, cubrimos de agua y dejamos cocinar durante 15 minutos, tapado con una tapa
Añadimos los guisantes y dejamos cocer 5 minutos más
Retiramos del fuego y dejamos que reposen unos minutos antes de comerlas
Las albóndigas las podemos comprar ya preparadas o bien hacerlas nosotros, en el blog tenéis la receta de como prepararlas.
Debéis quitar el exceso de harina de las albóndigas al enharinarlas, para que no se queme en el aceite.
Las verduras las cortamos pequeñas para que se hagan antes, aunque luego lo vamos a triturar.
Si no queréis podéis dejarlo sin triturar.
La salsa debe quedar espesita y un poco trabada, si no es así, podéis añadir un poco de maicena disuelta en agua para rectificar.
Los champiñones los hacemos un poco antes para no añadirlos crudos, pero podéis hacerlo sin problema.
Los guisantes que yo utilizo son ya cocidos en conserva, pero podéis utilizar frescos